domingo, 24 de agosto de 2014

VIOLENCIA DE GENERO

Diario de Gipuzkoa

Domingo, 24 de agosto de 2014
Períodico de Diario de Noticias de Gipuzkoa

“La mayoría de los que matan a su pareja lo volvería a hacer”

EL PSICÓLOGO JAVIER URRA CREE QUE VIOLADORES Y PEDERASTAS REINCIDENTES NO ESTÁN ENFERMOS: “SON UNOS PSICÓPATAS”
UN REPORTAJE DE NEKANE LAUZIRIKA - Domingo, 24 de Agosto de 2014 - Actualizado a las 06:10h
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  • Urra es presidente del Colegio de Psicólogos en el ámbito de la deontología.
El doctor en Psicología Javier Urra lleva más de 30 años trabajando con violadores y pederastas. Su dilatada experiencia clínica le hace sentenciar que “la mayoría de los hombres que matan a sus parejas lo volvería a hacer”. ¿Por qué lo sé? “Porque se lo pregunto cuando hablo con ellos en la cárcel. Y su respuesta siempre es la misma: la mataría de nuevo; a ellos no les afecta entrar en la trena, lo que les importa es su yo, su narcisismo”, explica a este periódico con conocimiento de causa.
Presidente de la Comisión Deontológica de los Psicólogos de Madrid Urra ha dirigido esta semana, en los Cursos de Verano de la UPV/EHU en Donostia, el ciclo Valores y virtudes. Verdades y mentiras, al tiempo que intervino como ponente en el curso Cómo sobrevivir entre personas tóxicas, capitaneado por la escritora vasca Espido Freire.
Urra reconoce que solo el 33% de los violadores y pederastas ha pensado en alguna ocasión en su víctima, “el otro 77% no lo han hecho jamás, por eso reinciden”. La mayoría de los que han abusado sexualmente aseguran que en su infancia sufrieron toqueteos, pero la realidad es que esto solo se produjo en un 20%; en el 80% restante es mentira. “Como terapeuta, mi obligación es intervenir y someterles a unshock emocional para que sepan cuál es el sufrimiento causado a sus víctimas”, subraya el doctor en Salud con una treintena de publicaciones en su haber, todas relacionadas “con reflexiones referentes a la pederastia, a los abusos y violaciones a mujeres y niños y niñas, el suicido, la castración química... Temas ante los que la sociedad y la administración cierran los ojos. No se enfrentan a ellos, pero ahí están”, añade el exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid.
DILEMAS ÉTICOS Radicalmente contrario a la pena de muerte, el psicólogo clínico suscitó en Donostia un controvertido debate al referirse a la necesidad de acabar con el buenismo con el que se actúa frente a violadores en serie, pederastas multirreincidentes. “Hombres que cuando están a punto de salir de la cárcel, porque han cumplido su condena, no muestran arrepentimiento, sino que te sueltan a la caraque si se les cruzan los cables igual lo vuelven a hacer. ¿Qué hacemos los psiquiatras y los psicólogos ante estos casos que se nos presentan un día sí y otro también?”, se pregunta Urra. “Son los dilemas éticos a los que nos tenemos que enfrentar los profesionales que actuamos con estas personas”. Individuos que no son enfermos, sino, como recalca Urra, son auténticos psicópatas. “El enfermo de esquizofrenia lo está a todas horas del día; sin embargo, los violadores y los pederastas reincidentes son gente insensibles. El que va a violar lo hace por la noche a chicas de 18 y 34 años y buscando no ser detenido. En este sentido, hay que tener las cosas muy claras: los reincidentes no son enfermos. Cuando en terapia les inquiero y les pregunto qué me harían si yo violara a su pareja o a su hija, su respuesta es contundente: te mataría, me dicen. Por eso insisto en que son psicópatas, no enfermos”, remacha.
Como terapeuta sabe que es imprescindible estar con los verdugos, pero sin olvidar el dolor de las víctimas: mujeres y niños. “El psicólogo/psiquiatra no puede ser aséptico, neutro entre la víctima y el agresor. El punto medio no es el equilibrio. La culpabilidad es un tema esencial en el ser humano; no hablo del pecado con criterio religioso. Hablo de la culpabilidad que uno, en ocasiones, tiene que sentir por lo que ha hecho o por lo que tiene in mente hacer”, relata el doctor.
Absolutamente contrario al suicidio, “porque siempre es un fracaso”, Urra comenta que a los pederastas o violadores crónicos que van a salir a la calle, con altas probabilidades de reincidir, les suele recomendar que se miren al espejo y se pregunten qué tienen que hacer con su vida. En ningún momento les induzco al suicidio -por otro lado, un tema tabú a pesar de ser la primera causa de muerte de los jóvenes en el Estado por delante de los accidentes de tráfico-, sino que les preguntó qué consideran que es más ético: dañar a los demás o dañarse a uno mismo. Ellos también tienen que ser conscientes de que en la vida hay dilemas éticos. Les cuestiono sobre qué van a hacer con su libertad, con su voluntad, porque el ser humano es libre y tiene voluntad. Algunos conscientes de que van a reincidir piden la castración química que, por otro lado, no supone una mutilación, sino el darles un medicamento”, subraya.
SIN CULPABILIDAD A Urra le enervan estos delincuentes crónicos que tras haber pasado varios años en la cárcel y cuando van a salir de prisión se jactan de haber pagado sus delitos. “Desde luego que judicialmente es así, pero humanamente la deuda con la víctima permanecerá de por vida. Yo quiero que ellos sientan la culpabilidad, que se compadezcan por lo que han hecho, que al salir sepan que su acción es irreversible, que no tiene solución. Hay clínicos y los propios convictos que me suelen comentar que decirles eso es muy duro. Sí, pero lo que han hecho ellos y lo que volverán a hacer es mucho más grave, duro y doloroso”, incide el psicólogo.
Urra tiene un planteamiento muy sencillo. Y así lo expone: cuando a una persona se le para el corazón, se le da una descarga eléctrica para que reaccione. “Yo no planteo el suicidio, sino que estos psicópatas tengan su shock y sepan el sufrimiento que han provocado. Como clínico quiero que conozcan cómo están sus víctimas. Quiero que sientan lo que es la culpabilidad, quiero que se compadezcan, que se sientan concernidos, que cuando se vayan a la cama les den vuelta a las agresiones cometidas”, dice.
TERAPIA OBLIGATORIA La opinión que tienen estos psicópatas tratados por Urra es la de un “hombre majo, un tipo que les dice a la cara lo que todos piensan y nadie se atreve. Les estoy tratando como seres humanos, reflexiono con ellos sobre sus delitos, les machacosobre la necesidad que tienen de cambiar, de mejorar para no reincidir. Por ahí empieza la rehabilitación, que tendría que ser obligatoria para todos los reclusos y no optativa como es actualmente. Conmigo saben que tendrán que ir a terapia y el profesional deberá de trabajar meses y meses y más meses... Hasta que reconozcan que violaron, aunque no quieran hacerlo porque no desean que sus familias lo sepan”, explica.
Cree Urra que debe existir un debate social en torno a qué hacer con pederastas y violadores que salen a la calle sabiendo que van a reincidir y van a sufrir gentes inocentes. Un debate cuando el Ministerio de Justicia estudia plantear si todo el mundo puede salir de la cárcel tras cumplir su condena o si debe de haber una cadena perpetua revisable. “Yo creo que los psiquiatras y psicólogos debemos de ser humildes y en los casos en los que no sabemos cómo mejorar algo, decirlo. Luego la sociedad y el legislador decidirán”.
Mientras esta reflexión social no llega, el psicólogo clínico apuesta por que cuando salgan de prisión se les obligue a ir a terapia, que tengan que llevar una pulsera con GPS y acudir al juez de vigilancia penitenciaria cada dos por tres: “Les tenemos que cargar en la conciencia, que no suelen tener, lo que ha hecho. Porque con el buenismo mal entendido no se nos puede olvidar que en la vida diaria hay depredadores contra los que hay que luchar. Yo trabajo con ellos, no contra ellos. Y lo hago para mejorarlos”, remacha Javier Urra.