lunes, 5 de marzo de 2012

DIA DE LA MUJER -

INTXAURRONDO

Pioneras del asociacionismo femenino

El lunes comenzará la XXIV Semana de la Mujer de Intxaurrondo. Por primera vez se homenajeará a dos socias del barrio



.Día 5: Inauguración y lectura del manifiesto. Lunch a cargo de la asociación ASADE. A las 19 horas.

.Día 6: Vídeo-fórum. Película: 'Etz Limon'. A las 18 horas.

.Día 7: Homenaje a Paquita Anabitarte y Sor María Moriones. Concierto. A las 19 horas.

.Día 8: Charla-proyección sobre violencia machista. 19 horas.

.Día 9: Obra de teatro 'Palomas intrépidas'. A las 19 horas.

.Del 5 al 9: Exposición de trabajos realizados por las socias.

.Lugar: Centro Cultural Intxaurrondo (paseo Otxoki, 218). .La XXIV Semana de la Mujer de Intxaurrondo, que se desarrollará durante la próxima, presenta dos novedades destacadas. Por una parte, estrenará nueva ubicación en el centro cultural Intxaurrondo y por la otra, rendirá por primera vez un homenaje a dos socias de los grupos de mujeres del barrio por su importante y dilatada labor en este sector. Las homenajeadas serán Paquita Anabitarte de la asociación Lagunak y sor María Moriones, de la agrupación Intxaurrondo Berri. Sus compañeras repasarán su trayectoria proyectando y narrando momentos importantes de sus vida.

La historia de los últimos treinta años del asociacionismo femenino en el barrio está ligada a las figuras de estas dos carismáticas mujeres. La donostiarra Paquita Anabitarte, nacida hace 91 años en el desaparecido caserío Pellizar, es una de las tres fundadoras de la antigua asociación de amas de casa Lagunak que surgió a mediados de la década de los setenta en la zona de Intxaurrondo Norte. De joven acudía con frecuencia al local que tenían las monjas esperancinas en la calle Intxaurrondo con el fin de aprender costura y cocina. «Era el lugar de encuentro de las mujeres del barrio, principalmente, de las casadas. Además de realizar labores, aprovechábamos el momento para charlar de nuestras cosas. Los hombres disponían de las sociedades, pero nosotras apenas salíamos de casa. Cuando se trasladó la iglesia ubicada en la calle Gaztelu a la parroquia María Auxiliadora, nos cedieron los locales y creamos nuestra propia asociación. Íbamos casa por casa a cobrar 25 pesetas a las socias para recaudar fondos. Proseguimos con las clases de labores, costura y cocina impartidas por las mismas socias. Cada una enseñaba al resto lo que sabía. Con el tiempo, ampliamos las actividades (pintura, yoga, manualidades, charlas.). La gimnasia para mayores era mixta y ha sido una de las actividades con mayor asistencia. En las épocas de mayor participación, hemos llegado a apuntarnos más de 50 personas. En la actualidad, hay menos socias, porque la vida de las mujeres ha evolucionado. Todavía se mantiene la costumbre de terminar las clases con una merienda», explica Paquita Anabitarte.

Intxaurrondo Berri

Por otra parte, la labor de sor María Moriones ha sido y sigue siendo clave en el círculo de mujeres de Intxaurrondo Sur. Esta religiosa auxiliadora, natural del municipio navarro de Liédena, llegó en 1986 al barrio con la misión de ayudar a su congregación en diferentes trabajos sociales. «En aquella época sólo estaba urbanizada la zona de Bustintxulo y carecía de infraestructuras. Los barracones de la escuela se convirtieron en la única sede social. Sirvieron para albergar las misas, las actividades del haurtxoko, así como las reuniones de vecinos y también las de mujeres. Posteriormente, nos concedieron un local y fundamos oficialmente la Asociación de Mujeres Intxaurrondo Berri. En un principio, aprendíamos a hacer distintas labores, según la tendencia de la época y los conocimientos que teníamos, ya que éramos nosotras mismas la que ejercíamos de maestras para el resto. Poco a poco, incorporamos clases de manualidades, historia, memoria, temas de actualidad, así como gimnasia, tai-chi. Eran actividades que animaban a las mujeres a salir de casa y ampliar sus estudios. Además, hemos ejercido nexo de unión entre los vecinos cuando han necesitado buscar u ofrecer un trabajo. Llegamos a juntarnos unas 70 socias, pero ahora no superamos la treintena. En estos momento, el relevo lo tiene que tomar el nuevo centro cultural ofreciendo talleres más acordes a las necesidades y gustos de las mujeres jóvenes y mayores. Nuestra agrupación ha estado siempre abierta al barrio. Mantenemos un contacto muy estrecho con los diferentes colectivos que trabajamos por él, sobre todo, con la asociación de vecinos y la comisión de fiestas. Llevamos años preparando la merienda de la romería del Kaldero Jaun. Asimismo, hemos confeccionado trajes para el haurtxoko. Nuestra labor ha contribuido a hacer un tejido social en el barrio», concluye María Moriones.

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