Un colectivo de emigrados españoles pretende
informar y ayudar a las embarazadas que quieran abortar en el extranjero
legalmente cuando se apruebe la nueva ley.
El Gobierno saca del cajón la reforma del aborto en
plenas vacaciones
Desde el pasado mes de diciembre, opinión pública
—y política— se revuelve cada vez que se habla de la aprobación de la ya famosa
ley Gallardón, que cambia el derecho a interrumpir el embarazo en las 14
primeras semanas de gestación por una normativa de supuestos que penaliza el
aborto salvo algunas excepciones. La norma que quiere impulsar el Ejecutivo del
PP aún no ha llegado a aprobarse en el Consejo de Ministros pero, cuando lo
haga, el grupo de Feministas del 15-M de Berlín ya tendrá todo preparado para
prestar ayuda y asistencia a todas las mujeres que quieran a acudir al país
germano a interrumpir su embarazo de manera legal y evitar así tener que
recurrir a la clandestinidad.
La iniciativa ha cogido el nombre de una histórica
feminista, Federica Montseny, la primera ministra de Europa Occidental y
pionera en proponer una propuesta de Ley del aborto en España. Detrás de la
organización que ahora recupera su nombre, están personas como Marta, Jerome,
Maia o Joan, algunos de los cerca de 15 voluntarios que hasta ahora forman la
red y que estos días ultiman los detalles para el acto de presentación oficial
que harán este viernes.
El objetivo, aseguran, es doble: "Por un lado,
asistir y ayudar realmente a las mujeres, y por otro hacer presión política
para que no se llegue a aprobar la ley", aclara a Público Jerome, uno de
los activistas. Para aunar ambos objetivos, han desarrollado una web que
contará con toda la información necesaria para quien haya decidido interrumpir
su embarazo en el extranjero: desde vuelos en compañías low-cost a legislación
o costes de la intervención.
Acompañadas desde el primer momento
Una vez tomada la decisión, una bolsa de
voluntarios ofrece su tiempo, su casa y su conocimiento del idioma para
recoger, acoger y acompañar a las embarazadas durante todo el proceso.
"Nosotros tenemos la logística preparada, pero luego cada decisión depende
de ellas, las acompañaremos tanto como quieran o necesiten", comenta Ana
Martín, que prefiere no dar su nombre real, y aclara que esta iniciativa surge
de la necesidad de garantizar una seguridad sanitaria que ya no proporciona el
Estado español: "Nos organizamos contra la clandestinidad, para que no se
haga a escondidas, porque la mujer no tiene que viajar en el sótano de un avión
si quiere abortar".
La Red Federica Montseny, surgida del colectivo
15-M en Alemania ya se extiende a Berlín, Bruselas, Londres, Lisboa y Viena.
A pesar de estar a punto de nacer, la Red Federica
Montseny ya está creciendo a pasos agigantados, y voluntarios de Bruselas,
Lisboa, Londres y Viena ya se han unido a la plataforma. Otros de ciudades como
Praga o París, se plantean hacerlo, y otros dan su apoyo simbólico en la
lejanía, desde México DC, Buenos Aires o Montevideo. "Las sociedades están
cambiando y somos a día de hoy capaces de organizarnos y dar apoyo dentro de un
territorio y más allá y la red es un ejemplo de esto", asegura Ana.
Además, cuentan con el apoyo de organizaciones feministas españolas y
extranjeras que facilitan la labor de llegar a darse a conocer en los círculos
donde una mujer acude ante una situación de embarazo no deseado, como centros
de planificación familiar.
Legislación alemana
En Alemania, la legislación sobre el aborto es muy
parecida a la del partido socialista que hasta ahora se aplica en España, con
una ley de plazos que contempla la interrupción hasta la semana 12 de
gestación, pero en el caso alemán los gastos corren a cargo de la embarazada.
Además de este desembolso, las embarazadas españolas sólo necesitarán la
Tarjeta Sanitaria Europea y acudir a una
"Schwangerschaftskonfliktberatung" o "asesoramiento sobre el
conflicto del embarazo" tras el que, pasado un periodo de tres días de
reflexión, podrán realizar la intervención.
El aspecto legislativo ha sido, de hecho, uno de
los más complicados a la hora de conformar esta red. Quieren dejar claro que no
hay ningún ánimo de lucro detrás de estos voluntarios, ya que en Alemania está
penado con hasta dos años de cárcel difundir o promocionar el aborto con fines
económicos. "No hacemos ningún tipo de promoción, sino que ofrecemos la
logística para quien quiera abortar, lo haga", aclara Maia García.
Todo indica a que finalmente la ley Gallardón será
tramitada este otoño para que entre en vigor a finales de año, después de meses
de controversia incluso dentro del Partido Popular y tras aceptar la malformación
del feto como motivo legal para abortar. En la red de Berlín, están seguros de
que esta medida no disminuirá el número de abortos, sino que pone en peligro a
las mujeres y es un retroceso en sus derechos y libertades. "Es volver a
1985 y aumentar las diferencias entre clases, ya que sólo podrán abortar las
mujeres que puedan permitírselo. Es algo ideológico", sentencia Maia.
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